Antioxidante natural beneficioso para la piel, vista y salud cardiovascular. Así mismo, es un potente anti-inflamatorio natural adecuado para personas que quieran cuidar las articulaciones.
La vitamina C es un importante antioxidante. Protege de la oxidación a otras vitaminas, previene enfermedades degenerativas y favorece la recuperación muscular después del ejercicio físico. Contribuye en la eliminación de sustancias tóxicas y cancerígenas y en la detoxificación pulmonar. Es de gran importancia para el funcionamiento y equilibrio del sistema nervioso, para la adaptación del organismo a situaciones de estrés, colabora en el mantenimiento de los niveles de colesterol en sangre, mejora la utilización de la glucosa e interviene en la síntesis de Carnitina. En combinación con los bioflavonoides, estimula la síntesis y renovación del colágeno y de otras moléculas constituyentes de la piel y articulaciones. Es necesaria para la actividad de los leucocitos, para una respuesta inflamatoria equilibrada y tiene una acción protectora de las mucosas. Inhibe la liberación de histamina por parte de los glóbulos blancos, neutraliza los radicales libres producidos en la reacción alérgica, ayuda a la dilatación de los bronquios y mejora la sintomatología de las alergias. Presenta sinergia con el bioflavonoide Quercitina en el efecto antihistamínico. Ayuda a asimilar minerales como el Zinc, el Manganeso y es el nutriente que más favorece la absorción del Hierro.
El Ácido Fólico es necesario para la síntesis de ADN y ARN, moléculas imprescindibles para la multiplicación celular. Por esta función se administra Ácido Fólico antes y durante el embarazo (muy importante en el primer trimestre), ya que previene malformaciones del tubo neural en el feto (espina bífida) y favorece la replicación celular necesaria para el buen desarrollo del mismo. En la médula ósea, principal órgano formador de las células sanguíneas, participa en la formación y crecimiento de los glóbulos rojos (junto con la vitamina B12) y en la proliferación de los linfocitos. Para una correcta formación de los eritrocitos son necesarios niveles adecuados tanto de vitamina B12 como de Ácido Fólico, pudiendo confundirse las anemias por falta de vitamina B12 con las provocadas por falta de Ácido Fólico y viceversa. El Ácido Fólico participa en la síntesis de moléculas de gran relevancia para la salud mental, como los neurotransmisores Serotonina, Dopamina, Adrenalina y Noradrenalina y la Fosfatidilserina de las membranas neuronales. También es importante para la salud cardiovascular, ya que participa en la trasformación de la homocisteína, producto de degradación del metabolismo de las proteínas con potente actividad aterogénica, en los aminoácidos metionina y cistatión. El Ácido Fólico es un agente lipotrópico, promueve un correcto flujo en el hígado de grasas y bilis, lo que se traduce en un efecto detoxificante de este órgano y en un mejor metabolismo de las grasas.
L-Glutathione Maximizado de Solgar es un compuesto del glutatión que ayuda en el proceso de desintoxicación del hígado, además de actuar como un potente antioxidante. También es muy beneficioso para las personas que necesiten ayuda para limpiar el organismo de metales pesados y mantener el bienestar pulmón.
La Vitamina A tiene muchas funciones en el organismo. Está relacionada con el mantenimiento de una visión normal con luz tenue y en la prevención de la ceguera nocturna. También ayuda al crecimiento y formación de células en el cuerpo, lo que la hace esencial para el crecimiento corporal. Es especialmente necesaria para el crecimiento de los huesos: si no se toma la cantidad suficiente, los huesos dejaran de crecer antes de que los tejidos blandos estén maduros. También es necesaria para el desarrollo normal de los dientes y el esmalte y es importante para la formación de tejido epitelial sano, tanto de la epidermis como del que recubre las membranas mucosas internas. Sin vitamina A, las células epiteliales se secan y aplanan, y gradualmente se endurecen hasta formar escamas que se caen. La vitamina A es necesaria para la salud de las membranas que recubren el estómago, la pared intestinal, la vejiga y los conductos urinarios, y para la salud de las glándulas sexuales y el útero. Por último, la vitamina A funciona mejor si el cuerpo tiene un nivel suficiente de zinc y una aportación adecuada de proteínas.
El complejo B es esencial para el mantenimiento adecuado de mecanismos enzimáticos. Éstos se
ven sensiblemente alterados por una alimentación inadecuada y un estilo de vida desordenado y sometido a estrés.
Una combinación de 50 mg de vitaminas B puede aportar la cantidad necesaria para mantener el
funcionamiento de muchas acciones metabólicas. Si además, se incorpora una base herbaria pulverizada, compuesta de alfalfa, acerola, perejil, escaramujo, berro y kelp podremos beneficiarnos de una acción antioxidante añadida.
La Vitamina B12 tiene un importante papel en la prevención y tratamiento de la anemia, ya que favorece la absorción del hierro de los alimentos y es esencial para que el Ácido Fólico se utilice correctamente en el organismo. Contribuye a una buen estado del sistema cardiovascular, ya que participa en la trasformación de la homocisteína, con actividad aterogénica, en los aminoácidos metionina y cistatión. También es importante para la salud del sistema nervioso central, por estar implicada en la síntesis de neurotransmisores como la Adrenalina y de la capa de mielina de las neuronas. A dosis elevadas puede tener efecto analgésico, sobre todo cuando se acompaña de las Vitaminas B1 y B6. Es necesaria para un correcto funcionamiento de la tiroides y para el metabolismo de ciertos ácidos grasos. Es un agente lipotrópico, promueve un correcto flujo hepático de grasas y bilis, lo que se traduce en un efecto detoxificante de este órgano y en un mejor metabolismo de las grasas.
La vitamina B6 interviene en el metabolismo de los carbohidratos, ácidos grasos y especialmente proteínas, incluyendo la síntesis de aminoácidos no esenciales. La deficiencia de esta vitamina refleja diferentes lesiones sobre la piel y efectos en el sistema nervioso, principalmente. Interviene en distintos procesos metabólicos de conversión de aminoácidos, especialmente en la producción de ciertos neurotransmisores.
La vitamina C es una vitamina antioxidante esencial para la salud corporal y es especialmente importante para mantener una piel sana. También conocida como ácido ascórbico, la vitamina C es hidrosoluble.Contrariamente a la mayoría de los animales, los humanos no pueden producir su propia vitamina C. Al participar la vitamina C en más de 300 funciones corporales, la vida misma depende de su reposición diaria. Su función prioritaria es el mantenimiento del colágeno, una proteína necesaria para la formación de la piel, los ligamentos, los huesos y los dientes, y para el fortalecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos. Además, la vitamina C juega un papel importante en la absorción del hierro, necesario para la formación de los glóbulos rojos en la sangre. Y actúa en la utilización del ácido fólico, una de las vitaminas del complejo B.Es notorio que la vitamina C se destruye durante la preparación de alimentos más que cualquier otro nutriente. También es bien sabido que el cuerpo no almacena la vitamina C y tiende a expulsar las cantidades excedentes.
La vitamina C es una vitamina antioxidante esencial para la salud corporal y es especialmente importante para mantener una piel sana. También conocida como ácido ascórbico, la vitamina C es hidrosoluble.Contrariamente a la mayoría de los animales, los humanos no pueden producir su propia vitamina C. Al participar la vitamina C en más de 300 funciones corporales, la vida misma depende de su reposición diaria. Su función prioritaria es el mantenimiento del colágeno, una proteína necesaria para la formación de la piel, los ligamentos, los huesos y los dientes, y para el fortalecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos. Además, la vitamina C juega un papel importante en la absorción del hierro, necesario para la formación de los glóbulos rojos en la sangre. Y actúa en la utilización del ácido fólico, una de las vitaminas del complejo B.Es notorio que la vitamina C se destruye durante la preparación de alimentos más que cualquier otro nutriente. También es bien sabido que el cuerpo no almacena la vitamina C y tiende a expulsar las cantidades excedentes.
La vitamina D puede sintetizarse en el organismo a partir de los alimentos y en la piel por la exposición a la luz solar. A partir de la luz UV (B) que entra en contacto con la piel, y después de contactar con 7-dehidrocolesterol, se produce pre-vitamina D. Posteriormente, esta forma se convierte en vitamina D3 (colecalciferol). Una deficiente exposición solar durante las épocas invernales, protegernos del sol para evitar lesiones ocasionadas por esta circunstancia, la utilización de pantallas de protección, etc, pueden reducir la cantidad de esta vitamina en el organismo, por lo que es necesario analizar nuestra alimentación y estilo de vida para reparar la posible necesidad de esta importante vitamina.
La vitamina E alfa tocoferol previene el deterioro de los ácidos grasos y de la vitamina A, y su combinación con otras sustancias que los haga perjudiciales para el organismo. Tiene también capacidad de unirse al oxígeno evitando que este sea transformado en peróxidos tóxicos. Esto permite que los glóbulos rojos de la sangre tengan un mayor aporte de oxígeno puro, que la sangre llevará al corazón y a otros órganos. La vitamina E juega un papel esencial en la respiración celular de todos los músculos, especialmente el cardiaco y el esquelético. Hace posible que estos músculos y sus nervios funcionen con menos oxígeno, aumentando así su aguante y resistencia. Asimismo favorece la vasodilatación, permitiendo un flujo más adecuado de sangre al corazón.
La vitamina E alfa tocoferol previene el deterioro de los ácidos grasos y de la vitamina A, y su combinación con otras sustancias que los haga perjudiciales para el organismo. Tiene también capacidad de unirse al oxígeno evitando que este sea transformado en peróxidos tóxicos. Esto permite que los glóbulos rojos de la sangre tengan un mayor aporte de oxígeno puro, que la sangre llevará al corazón y a otros órganos. La vitamina E juega un papel esencial en la respiración celular de todos los músculos, especialmente el cardiaco y el esquelético. Hace posible que estos músculos y sus nervios funcionen con menos oxígeno, aumentando así su aguante y resistencia. Asimismo favorece la vasodilatación, permitiendo un flujo más adecuado de sangre al corazón.
La vitamina K1 es imprescindible para la síntesis en el hígado de cuatro proteínas que participan en el proceso de coagulación de la sangre. Un déficit de vitamina K tiene como consecuencia un aumento del tiempo que tardan en frenarse las hemorragias y la aparición de hematomas por pequeños golpes. Además de esta función, la vitamina K, junto con la vitamina D, es necesaria para la absorción de Calcio en los huesos. Favorece la actividad de la osteocalcina, proteína que une el Calcio a la matriz ósea.